Si tu coche te pide que pares a descansar, hazle caso

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Ana García Novo

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La tecnología permite a los vehículos analizar si el conductor está cansado y aconsejarle una pausa. La fatiga al volante es un factor determinante de riesgo de accidentes. Todos conocemos la importancia de permanecer bien atentos mientras conducimos, por eso el cansancio es uno de los grandes enemigos de la seguridad vial. Detectarlo y corregirlo es fundamental para evitar disgustos.

Según un estudio de Volkswagen sobre siniestralidad, la fatiga podría estar detrás de hasta el 15% de todos los accidentes que se producen en nuestras carreteras. La Dirección General de Tráfico, por su parte, estima que el 8% de los siniestros con víctimas mortales sucedidos en 2016 tuvo como causa el cansancio o el sueño del conductor. Además, las distracciones, que en muchos casos tienen que ver con nuestro nivel de descanso, fueron el principal desencadenante de accidentes mortales, ya que estuvieron detrás del 18% de los mismos.

El cuerpo combate la fatiga automáticamente con el sueño, por eso podemos quedarnos dormidos al volante en cualquier momento

No es extraño que se achaquen todos estos accidentes a la fatiga. Este problema tiene algunos efectos muy peligrosos: hace que disminuya nuestra capacidad de percibir información del entorno, nos lleva a malinterpretar las situaciones del tráfico y a tomar decisiones erróneas porque hace que razonemos peor, además de aumentar nuestro tiempo de reacción ante situaciones de peligro.

Está claro que el cansancio es un factor que debemos evitar a toda costa al volante. El problema es que no siempre nos resulta fácil detectarlo. Nos cuesta darnos cuenta de nuestro nivel de fatiga, especialmente si llevamos cierto tiempo conduciendo. Sin embargo, hay algunas señales que nos avisan de que ha llegado el momento de parar y descansar.

SÍNTOMAS DE FATIGA

El primer signo de alerta tiene que ver con la alteración de tus sensaciones y percepciones. Si notas que te cuesta enfocar objetos con la vista, que parpadeas más a menudo, que percibes ilusiones ópticas tales como brillos o sombras en la carretera o reaccionas exageradamente al sonido de un claxon, necesitas descansar con urgencia. Ten en cuenta que el cuerpo combate la fatiga automáticamente con el sueño, así que en cualquier momento puedes quedarte dormido al volante.

Las sensaciones de pesadez en el cuerpo, dolores de nuca y espalda, hormigueos, picores y calambres en brazos y piernas también son síntomas de cansancio, así como los cambios frecuentes de postura o acomodos en el asiento, los estiramientos y, por supuesto, los bostezos.

La fatiga también altera tu comportamiento, así que si notas que estás más irritable ante lo que ocurre en la vía o que conduces de forma automática, estarás ante claros signos de que estás cansado.

TECNOLOGÍA QUE AYUDA

Si nuestra atención a los síntomas de cansancio no es suficiente, la tecnología ha llegado para ayudarnos.

Los coches modernos equipan ya sistemas de detección de fatiga que les llevan a avisarnos si se dan cuenta de que necesitamos descansar. Se convierten así en ese copiloto atento que tan bien nos viene a la hora de saber cuándo debemos parar. Estos dispositivos utilizan algoritmos capaces de analizar un gran número de datos que tienen que ver con la fatiga del conductor. Por ejemplo, los movimientos del volante, que se suelen interrumpir cuando estamos cansados porque agarramos el volante con mayor rigidez. El uso del volante o la aceleración transversal también son estudiados.

Una vez analizados los datos, el dispositivo decide si ha llegado el momento de recomendarnos una pausa. El sistema de detección de fatiga de Volkswagen lo hace a través de una señal acústica y un mensaje en el cuadro de instrumentos. De esta manera ayuda al conductor a evaluar mejor su capacidad de conducción y evitar accidentes causados por el cansancio.